Metodología Waldorf.

Cuando los niños relacionan lo aprendido con su propia experiencia, se interesan y se llenan de vitalidad convirtiendo lo aprendido en algo propio. Estas escuelas están diseñadas para desarrollar este modo de aprendizaje.

   

Durante la etapa de la primera infancia, los primeros años de vida del niño, en las escuelas Waldorf se le rodea de un ambiente muy similar al de su propio hogar, en el que se promueve el juego imaginativo libre y la actividad artística. Steiner decía que el niño pequeño aprende fundamentalmente a través del ejemplo y la imitación; enfatizando por eso la importancia del movimiento, el ritmo en las actividades desarrolladas a lo largo del día, los cuentos de hadas, fábulas, leyendas...

Este observó que no es saludable para los niños concentrarse en el desarrollo de las habilidades cognitivas, como la escritura, la lectura y las matemáticas. La edad a la que se empezaría a dar conocimiento de estas habilidades seria hacia los siete años, ya que notó que incluyen la aparición de la dentición permanente y la capacidad del niño para alcanzarse una oreja extendiendo su brazo alrededor de la cabeza.

La imitación es el principio fundamental del aprendizaje en esta etapa. El niño esta abierto en su forma de actuar, dedicado a su familia y los demás que le rodean, copiando hábitos, gestos, acentuación y entonación del habla. La educación durante este periodo se lleva a cabo mediante el ejercicio de la voluntad, es decir, mediante la acción; pues lo que el niño ve hacer es lo que él mismo trata de hacer. Por ello, la forma apropiada para lograr su socialización y educación es brindarle un entorno y actividades dignos de ser imitados; pues los fundamentos de toda la vida del futuro adulto se establecen durante este periodo. Por ello deberia experimentar solamente actos llenos de sentido comun y de amor. Es importante que desde pequeños aprendan a mirar con simpatia a la bondad, con antipatia la maldad para desarrollar un comportamiento digno hacia otros seres humanos. El mundo del niño es una fiel reaccion al modo de proceder del adulto.

La actitud cálida y afectuosa de la maestra o educadora crea una atmósfera serena y saludable para los pequeños. Así la describe el pedagogo Rudolf Stainer, creador de la pedagogía Waldorf:

“La alegría que siente el niño en y con su entorno es una de las fuerzas que construyen y moldean sus órganos físicos. Necesitas estar rodeado de personas alegres y bondadosas y sobre todo de un amor honesto y desinteresado. Podríamos decir que colma de calor el entorno físico del niño, “incuba” las formas de sus órganos corporales. El niño que vive en un entorno de amor y calidez rodeado de buenos ejemplos a imitar, vive en su elemento. Por tanto, debemos abstenernos de hacer en su presencia cosas que él no debe imitar.”

El Dr. Segundo José Santillán, médico pediatra y médico escolar de una escuela Waldorf, dijo esto basado en esta pedagogía: